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La secretaria del Partido Demócrata (PD, centroizquierda), Elly Schlein, recomendó a la primera ministra, la ultraderechista Giorgia Meloni, "tener un mínimo de respeto por las instituciones y pedir la dimisión" de su titular de Turismo.
El Movimiento 5 Estrellas (M5S) se dirigió a la ministra para pedirle "un mínimo de dignidad". "¿Y Meloni mientras qué hace? Se esconde. A la primera ministra se le han acabado las excusas: debe asumir la situación y retirarla de su cargo inmediatamente", dijo el vicepresidente del partido, Michele Gubitosa.
La ministra y empresaria, senadora de los Hermanos de Italia de Meloni, está siendo investigada por supuesto fraude agravado al Instituto Nacional de la Seguridad Social (INPS) por una presunta gestión irregular de las ayudas estatales a empresas en pandemia.
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El caso que la salpica se refiere a su faceta como empresaria y apunta a que presuntamente sus empleados siguieron trabajando pese a que se les había aplicado un expediente de regulación temporal gracias a una ayuda pública de 126.000 euros.
La Fiscalía de Milán ha imputado y pedido el enjuiciamiento de la ministra y otras dos personas, entre estas su pareja, Dimitri Kunz.
La investigación también atañe a las empresas Visibilia Editores Spa y Visibilia Concesionaria Srl, fundadas por Santanché y que traspasó cuando fue nombrada ministra.
La ministra superó el pasado 26 de julio una moción de censura presentada por la oposición italiana en el Parlamento gracias al voto de los tres partidos que forman la coalición gubernamental de Meloni, por 111 votos en contra frente a 67 a favor.
Santanché llevaba meses en la picota tras la emisión de un reportaje en la televisión pública italiana RAI que ponía en duda la legalidad de sus negocios, con testimonios de extrabajadores y documentación judicial en el que, además de por usar indebidamente los mecanismos de ayuda en pandemia, también se le acusaba de no devolver un crédito de 2,7 millones de euros recibidos por sus sociedades.
Solo unos días después de que la ministra superase la moción de censura, el presidente de Visibilia Editores, Luca Ruffino, de 60 años, se suicidó disparándose en su domicilio tras llevar a cabo una intensa actividad bursátil sin las comunicaciones oportunas que también está investigando la Fiscalía de Milán.