Autoridades de la Agencia Financiera de Desarrollo (AFD) aseguran que el mayor riesgo financiero del programa gubernamental “Che Róga Porã”, de viviendas para clase media, asumirán las entidades financieras y las aseguradoras. Creen que el financiamiento solo se les dará a aquellas constructoras “con buena reputación”.
El Gobierno de Santiago Peña emitió ayer un comunicado mediante el que intentó desmentir el uso de fondos entregados por Taiwán para viviendas para el arreglo del avión presidencial. Sin embargo, el “desmentido” lo complicó más porque además de admitir la solicitud de autorización al donante, menciona una especie de “préstamo” que no se cita en ninguna de las notas que presentaron en su momento.
Juan Carlos Baruja, ministro del MUVH, aseguró que con el proyecto “Che Róga Porã” se está encaminando bien, los fiscalizadores se pagarían con el costo de la vivienda. Del proyectos Che Tapýi con casi US$ 2 millones que apuntaba al sector indígena el secretario de Estado dijo desconocer la información.
Casi US$ 2 millones que debían utilizarse para el proyecto habitacional Che Tapýi I del MUVH serán usados en la reparación de un avión y un helicóptero de la Fuerza Aérea Paraguaya para que use Santiago Peña. El proyecto apuntaba al sector indígena en situación de extrema pobreza. Por el momento, no hay rastros de algún llamado a licitación.
Suman y siguen los indicios de negociado y debilidades del programa “Che Róga Porã”. Entre los fiscalizadores se encuentran un “verificador” que declaró sede en una farmacia y que tiene una publicitaria, una ONG salpicada por el escándalo de obras fantasmas del exgobernador Hugo Javier, así como una firma que hizo la “vista gorda” en construcciones del Fonacide.