Estados Unidos cree que la plata pagada por la muerte de Pecci pasó por su sistema financiero

Los 2.000 millones de pesos colombianos (US$ 530.000) que se pagaron por el magnicidio del fiscal Marcelo Daniel Pecci Albertini aparentemente pasaron por el sistema financiero de EE.UU., tras ser enviados por él o los autores morales desde Paraguay hasta que llegó a los organizadores del atentado en Colombia. Esta teoría llevó a una delegación norteamericana a entrevistarse con los principales condenados, explicaron fuentes policiales.

Fiscal Marcelo Pecci, asesinado en Colombia.
Fiscal Marcelo Pecci, asesinado en Colombia.Gentileza

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En relación al asesinato del fiscal Marcelo Pecci, una fiscala del estado de La Florida y un grupo de investigadores de la DEA se entrevistaron en la última semana en distintas cárceles de Colombia con Andrés Felipe Pérez Hoyos, condenado a 25 años, 6 meses y 27 días; su esposa Margareth Lizeth Chacón Zúñiga, condenada a 39 años, y con el hermano del primero, Ramón Emilio Pérez Hoyos, condenado a 25 años, 6 meses y 27 días.

Asimismo, los funcionarios estadounidenses visitaron en el búnker de la Fiscalía General de la Nación, en Bogotá, a Francisco Luis Correa Galeano, quien sigue preso pero que goza de una inmunidad parcial de 1 año que expira en diciembre de este año.

Supuestamente, la intención de los norteamericanos es obtener la confirmación de que uno de sus bancos fue utilizado para hacer llegar a Colombia la plata que salió de Paraguay para pagar por la muerte del fiscal de Crimen Organizado de nuestro país, Marcelo Pecci, ocurrida el 10 de mayo de 2022.

El monto desembolsado

El entonces fiscal general de la Nación de Colombia, Francisco Roberto Barbosa Delgado, había revelado el 7 de junio de 2022 que el asesinato de Pecci costó 2.000 millones de pesos colombianos, el equivalente en esa época a unos 530.000 dólares americanos.

Esa información había sido proporcionada justamente por el ahora testigo estrella de la Fiscalía, Francisco Luis Correa Galeano, quien fue el articulador del crimen, es decir, el que organizó el atentado.

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Entre otras cosas, Correa mencionó cuando eso que los hermanos Pérez Hoyos le ofrecieron 1.500 millones de pesos colombianos y otros 100 millones para viáticos, con tal de que se encargara de seleccionar a los que iban a perpetrar el homicidio.

Sin embargo, en otros interrogatorios, Correa reveló que solo le pagaron 900 millones de pesos colombianos, y en varias cuotas, pues el resto del dinero era para la gente “más pesada” perteneciente a una red internacional.

En varios envíos

Presuntamente, una entidad financiera de Estados Unidos, que sería justamente del estado de La Florida, fue utilizada para recibir varios envíos de dinero hechos desde Paraguay y que después coincidentemente se reenviaron también en varias porciones a Colombia.

Esta modalidad de envío en parcelas se utiliza justamente para evitar que los sistemas de control norteamericanos detecten maniobras sospechosas.

Por ejemplo, la misma modalidad de pago fue detectada recientemente en el caso de tráfico de armas denominado operación Dakovo.

Entonces, por el solo hecho de haber utilizado su sistema financiero, Estados Unidos estaría interesado en llevarse extraditados al menos a los principales participantes en el crimen de Pecci.

Los roles de cada uno

Según la hipótesis de la Fiscalía de Colombia, sobre la cual de hecho se sustentaron las condenas aplicadas, el o los mandantes del crimen se comunicaron desde Paraguay con el matrimonio conformado por Andrés Felipe Pérez Hoyos y Margareth Lizeth Chacón Zúñiga, quienes dirigían en Colombia una red que enviaba cocaína a nuestro país.

Tras recibir el pedido y la plata para matar a Pecci, estos involucraron a Ramón Emilio Pérez Hoyos, quien es un veterano delincuente colombiano y con numerosos contactos en el submundo delictivo.

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De hecho, Ramón Emilio fue el que a su vez contrató a su antiguo compañero de celda, Francisco Luis Correa Galeano, para que este escogiera a cada uno de los demás participantes.

Por ejemplo, Correa contrató y entregó una pistola a los venezolanos Wendre Stil Scott Carrillo y Gabriel Carlos Luis Salinas Mendoza, quienes perpetraron el ataque.

Wendre está preso en Colombia. Gabriel Carlos está recluido en Venezuela.

Correa también convenció a Eiverson Adrián Zabaleta Arrieta para que actuara de transportista de los sicarios, teniendo en cuenta que es oriundo de Cartagena, ciudad donde se ejecutó el ataque.

Correa fue igualmente el que le pagó a Marisol Londoño Bedoya y al hijo de esta, Cristian Camilo Monsalve Londoño, para que simularan ser pareja y siguieran a Pecci por todos los lugares donde se movía en Cartagena, incluso hasta el hotel donde finalmente guiaron a los sicarios para que llegaran y ejecutaran al fiscal paraguayo.

Reunión urgente

La visita de la delegación estadounidense a los principales implicados en el crimen de Pecci llevó a la Fiscalía de Paraguay a pedir una reunión urgente con la Fiscalía de Colombia, presuntamente para saber qué es lo que tienen los norteamericanos.

El encargado de hacer el pedido fue el fiscal de Asuntos Internacionales de nuestro país, Manuel Nicolás Doldán Breuer, aunque por instrucciones de su jefe, el fiscal general del Estado, Emiliano Ramón Rolón Fernández.

Al menos hasta ayer, la Fiscalía de nuestro país no había recibido una respuesta de la Fiscalía de Colombia, a la que pidieron coordinar una reunión en Bogotá entre el 26 de abril y el 2 de mayo.

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