Video: desgarrador relato sobre la vida de una trabajadora doméstica paraguaya en España

Una paraguaya que trabaja como empleada doméstica en una vivienda de Madrid, España, contó la dura realidad que viven las inmigrantes en Europa, siendo explotadas y trabajando más de 16 horas al día, lo que algunos llaman “esclavitud moderna”.

Delia, paraguaya trabajadora doméstica en España, cuenta el trato denigrante que reciben las inmigrantes.
Delia, paraguaya trabajadora doméstica en España, cuenta el trato denigrante que reciben las inmigrantes.Gentileza

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Delia, de 57 años, es una paraguaya que migró a España hace 17 años para desempeñarse como trabajadora doméstica en la casa de una familia de Madrid, España. La llaman “interna”, ya que vive en la casa donde trabaja más de 16 horas al día, seis días de la semana.

“Estoy en una habitación como de dos por tres, una cosa pequeña. No tengo ventana, porque está dentro del garage. Es una forma denigrante de vivir. Es triste vivir en esa situación cuando estás en una casa donde le servís todo el tiempo y das todo lo mejor de vos y tenés al final que así estar en esa situación”, dijo en entrevista con el medio DW en español.

Delia, la igual que otras inmigrantes, en su mayoría provenientes de América Latina y Filipinas, se hacen cargo del hogar, la comida, el aseo, el cuidado de niños y adultos, casi las 24 horas al día, lo que algunos califican incluso como “esclavitud moderna”.

Depresión y pérdida de identidad

Delia acude a una asociación en la que la asisten legal y psicológicamente, debido a que la precarización del trabajo conduce a la depresión e incluso a la pérdida de la identidad, según explicó la psicóloga del gremio, Ana Camargo.

“Las fronteras entre la vida privada y la vida laboral se diluyen. Todo lo que tiene que ver con tu privacidad, desarrollo personal, se ve de alguna manera encuadrada en unos parámetros de vida que son los otros y las otras”, aseguró la profesional de la salud.

Delia, lejos de sus hijos

Según explicó Delia, lo que más le cuesta es la distancia con sus hijos; uno de ellos tenía 10 años y su hija 15 cuando se fue de Paraguay.

“Dejamos a nuestros hijos en Paraguay, para que yo pueda venir a cuidarles a otros niños, y eso a la larga te afecta, porque perdí muchas cosas con ellos, porque ahora tengo cuatro nietos. Yo no le vi casarse a mi hija, ni a mis nietos nacer, ni compartir con ellos ningún cumpleaños, ni el fallecimiento de mi padre, o sea, me perdí todo lo de una familia”, lamentó Delia.

Autoridades quieren acabar con precariedad, aseguran

Según relatan en el material del medio europeo, las autoridades españolas quieren acabar con la precariedad, estableciendo periodos mínimos de descanso para las internas, mediante un nuevo decreto en el que conceden también prestaciones de desempleo a las trabajadoras domésticas. Sin embargo, la realidad es muy diferente.

“No lo volvería a hacer. Me quedaría en mi país, y trabajar como sea, buscar la manera de que ellos se sacrifiquen, estudien, o lo que sea, pero por lo menos les iba a tener conmigo. Porque hasta ahora no puedo recuperar el cariño de mis hijos”, contó Delia.

Si bien está orgullosa por enviar a su familia dinero que gana con su trabajo de interna, el precio que paga para lograrlo es demasiado alto.

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