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Desde las primeras horas de la noche, la emblemática arteria luqueña se engalanó con coloridas decoraciones de tiras multicolores que le dieron un toque festivo y acogedor al evento. Las luces iluminaron cada rincón y crearon una atmósfera que invitaba a dejarse llevar por los contagiosos ritmos de Cuba.
Fue entonces cuando resonaron las primeras notas de la “inmortal” Celia Cruz, reina indiscutible de la salsa y máxima exponente de la música cubana. Un grupo de bailarines profesionales puso a vibrar la peatonal con sus movimientos interpretando temas emblemáticos como “La Vida es un Carnaval” y “La Negra Tiene Tumbao”, desatando la euforia del público presente.
Pero la fiesta no se limitó a los ritmos salseros. A medida que avanzaba la noche, se sumaron al repertorio otros géneros musicales típicos de Cuba, como el son la rumba y el danzón.
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La celebración fue más allá de lo musical, ofreciendo también una deliciosa experiencia gastronómica. Puestos ambulantes se instalaron a lo largo de la peatonal y presentaron una exquisita muestra de la tradicional cocina cubana.
El aroma del lechón asado al estilo caribeño se mezclaba con el inconfundible sabor de la yuca con mojo, mientras que los tragos típicos como el mojito y la piña colada refrescaban las gargantas de los asistentes.
La “Noche Cubana” en Luque fue, sin duda, un verdadero homenaje a la rica cultura de la isla caribeña. Desde las primeras horas de la velada hasta la entrada de la madrugada cientos de personas disfrutaron de una auténtica fiesta llena de color, ritmo y sabor.
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