Crecimiento del 3,8% no se traducirá en mayor bienestar, señala Borda

El BCP en su informe de Política Monetaria correspondiente al mes de marzo presentado el último miércoles, ratificó sus estimaciones iniciales de crecimiento del producto interno bruto (PIB) en 3,8% y una la inflación de 4%.

A criterio del exministro Borda, teniendo en cuenta el crecimiento de Latinoamérica, la proyección de 3,8% para nuestro país está muy bien frente a los otros países y el promedio de la región, que es 2%. Sin embargo, destaca que no se traducirá en un mayor bienestar de la mayoría, por su escaso efecto de derrame o goteo en la generación de empleo y la distribución del ingreso.

Sostiene que esta situación está vinculada a la matriz productiva y a la estructura del mercado laboral. “En otras palabras, la escasa diversificación de la producción y la alta informalidad del empleo tendrán un bajo efecto multiplicador en la demanda doméstica o interna, como el consumo e inversión. “La mayoría son cuentapropistas, micro y pequeñas empresas con ingresos exiguos para invertir y consumir”, añadió.

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El gran desafío para crecer más, según el exministro, por un lado implica financiar inversiones en infraestructura, como escuelas, hospitales, rutas, transporte público; y en capital humano, como salud, educación, nutrición, agua y saneamiento, seguridad social, de parte del Estado en el quinquenio (2023-2028). “Desconozco que el actual gobierno haya anunciado dicho plan hasta ahora. Por el contrario, la realidad diaria muestra quejas, denuncias y demandas ciudadanas en ambos campos”, resaltó.

Inversiones requieren seguridad jurídica

Por otro lado, refirió que para atraer las inversiones extranjeras directas y entusiasmar a las nacionales, se requieren seguridad jurídica, institucionalidad de los organismos públicos y credibilidad de las reglas democráticas y republicanas. “Desafortunadamente los episodios políticos que observamos van de contramano, en estos primeros 8 meses del gobierno”, afirmó.

El exministro indicó que el país necesita crecer a 6% o 7 % anual para aumentar el PIB per cápita y acortar la brecha de desarrollo con los otros países de la región, lo que significa desmontar los obstáculos señalados y a través del diálogo, concertación entre Estado-sociedad. “La soberbia y las actitudes autoritarias no contribuyen con este objetivo”, enfatizó.

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Dijo que los ministros y el Equipo Económico deberían trabajar intensamente, no solo en resolver problemas coyunturales, sino a diseñar y convencer de los requisitos para aumentar el crecimiento y la productividad de mediano y largo plazo con un plan estratégico.

El nivel de la pobreza sigue alto

El nivel de pobreza en el 2023 se redujo ligeramente 2,7 puntos porcentuales, que términos absolutos representan solamente 157.000 personas, dijo el exministro Borda, sobre los últimos números publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Borda señala que esta caída, según el INE se debe al subsidio del Estado de US$ 400 millones destinados a los programas sociales de pensiones a adultos mayores, Tekoporá y otros. “Pero la pobreza sigue siendo muy elevada 22,7% o sea 1.300.000 personas que viven con un ingreso mensual de G. 800.000, y con una inflación de la canasta de alimentos básicos mucho mayor que el IPC”, alertó.

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Sostuvo que la pobreza hubiera sido aún mucho mayor ese año, si no fueran por las remesas recibidas del exterior de US$ 621 millones, con un efecto mayor que el propio subsidio estatal. “Sin remesas el nivel de pobreza hubiera sido mayor al de 2022″, destacó.

Borda explicó que el nivel de pobreza sigue siendo muy alto en nuestro país y que la situación se agrava en el sector rural, que registró un nivel de 28,8% con ingreso mensual de tan solo de G. 620.000 por persona.

“La pobreza extrema también es preocupante en el sector rural que es de 9,3%, significa que necesita un ingreso mensual por persona de G. 330.000 para cubrir sus necesidades básicas de alimento. La pobreza y la desigualdad en Paraguay son elevadas. Y hasta ahora no conocemos los programas sociales para reducir la pobreza y la desigualdad”, enfatizó el exministro.

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Recordemos una gran mayoría que está fuera de la línea de pobreza son vulnerables cuyos ingresos son inestables y están muy por debajo del salario mínimo.

Los estudiantes universitarios demandan el financiamiento seguro, no solo los aranceles sino los gastos de salud y educación que son críticos para los pobres y sectores vulnerables.

Multilaterales dicen que deuda no puede pasar 40%

Borda también señaló su preocupación por el nivel que está registrando nuevamente la deuda pública, que a febrero representa el 38,3% del PIB.

Explicó que según los organismos multilaterales el país no debería pasar el 40% del PIB, debido a la muy baja presión tributaria, del 10% del PIB, que constituye una de las más bajas de la región.

“No señales que nos haga pesar que disminuirá la deuda en el quinquenio, si el gobierno va cumplir con sus promesas” afirmó.

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Dijo que esta semana el presidente de la República, Santiago Peña, públicamente está comprometiendo los recursos del Tesoro (fuente 10) para financiar todos los programas que desaparecen con la eliminación del Fonacide. “Probablemente los ingresos tributarios no serán suficiente, aunque la Dirección Nacional de Ingresos tributarios (DNIT), está muy optimista y anunció como logro un ingreso adicional de US$ 316 millones de agosto 2023 a marzo 2024″, expresó.

Borda considera que aún así, cumplir los múltiples compromisos del gobierno demandaran muchos más recursos financieros. “Si uno compara las inversiones físicas y en capital humano, con los índices regionales, nuestro país está muy resagado. Por consiguiente, aunque el ingreso tributario aumenta será insuficiente y no habrá aumento de impuesto, luego, el aumento de la deuda es inexorable”, afirmó.

Se debe cumplir con nueva regla fiscal

Con relación al déficit fiscal, el exministro explicó que en la reunión del Fondo Monetario Interancional (FMI) el ministro de Economía, Carlos Fernández Valdovinos, reiteró que cumplirá la convergencia del déficit para reestablecer la regla de responsabilidad fiscal en 2026.

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“En ocho meses, el gobierno ha perdido mucho su credibilidad por muchas razones y pienso, si modificó ya la regla del gobierno anterior, la nueva regla necesariamente deberá cumplirla. La predecibilidad no se puede poner en riesgo con la reputación”, enfatizó Borda.